Uno se levanta una desapacible mañana de Domingo, se calienta un café, se pone delante del ordenador, comienza a leer la prensa y se encuentra con cosas como ésta, ésta o ésta.
Y uno piensa:
¿Hasta cuándo vamos a estar gobernados por una puta panda de incompetentes y mangantes?. ¡¡Por Dios, que alguien ponga remedio, que nos vamos al carajo!!
Y luego ve que humor, desde luego, no falta...
En fin. Las dos caras de la cruda realidad.
Al final uno se termina el café, deja el ordenador y se va a pasear al perro, que no entiende de euros ni de bancos. A lo mejor por eso es feliz cuando le enseño la correa. No sabe la que está cayendo ahí fuera.
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